El como "meter la pata" en grande.

Los sucesos importantes que como dicen en México  son "parteaguas" en una persona, la mayoría  de las veces son inverosímiles y llenos de casualidades, que solo a uno le pueden pasar, tanto para el lado negativo como para el positivo; aún así  y apelando al "escuchar mas y hablar menos", las historias del amigo del amigo son tan o más  fuertes que las de uno, casi que  a pesar de que uno esté sintiéndose el mas de malas del mundo, escuchar que otro está peor, motiva. Malévolo pero cierto.

Y esta es una de esas historias....

Por allá  por el 2009, cuando ni apostando a las mil opciones me hubiera visualizado como estoy ahora, andaba yo con una amiga de Medellín, una paisa bonita, ya una mujer madura, rozando sus 40 y responsable al 100% de sus hijos, con una carga económica muy alta y haciendo malabares para mantenerse. En cuanto a mí en ese momento estaba ganando buena plata, la empresa funcionaba bien y por mano providencial a pesar de los vaivenes de la vida, más o menos me encontraba haciendo lo que debía hacer.  Sucedió que se me presentó la oportunidad de dejar el país donde estaba y cambiar de trabajo, ya se imaginaran todo lo que esto implicaba, y ella con la sabiduría que los años dan, me platicó su experiencia en Italia.

Esta paisa delgadita, de apenas 28 años conoció  en  un restaurantico en la mitad de Roma a un viejito, decía ella que era compañero de matusalén, que tenía todos los años del mundo, que a pesar de estar impecablemente vestido y oler a gloria ella lo veía inmundo!!!!

Resultó que este señor era un experto en el arte de la seducción (pues como no, con los años de matusalén uno debe sabérselas de todas todas) y súmele que tenía toda la plata que el mundo inmobiliario europeo podría proveer, que bien sabemos que eso ayuda bastante a la hora de la conquista. Ella en ese entonces andaba preocupada por dinero, no le había ido nada bien y se estaba jugando su última carta en Italia, pues claro este señor llegó  como caído del cielo a ofrecerle la seguridad económica que ella buscaba, su niño pequeño el colegio y la mayor empezando la universidad, comenzaron una relación  aunque ella nunca sintió  más que agradecimiento.

Pasaron unos meses y él le propuso que establecieran una relación  más formal y que como su preocupación  eran sus niños en Colombia los llevara, que eligiera un departamento en Venecia o Roma que él se lo regalaba a sus niños y se encargaría  de darles todo lo necesario. Así que ella viajó a Colombia para navidad con dinero suficiente para un negocio para que su mamá  y el resto de la familia no quedara desamparada.

Compró  un hostal en Medellín, con capacidad para 50 personas, cerca a una estación  de metro, lo decoró  justo como ella soñó, recuerdo con claridad cómo me platicaba de los colores que uso y donde compró  las cortinas, sus ojos nostálgicos fueron los que hicieron que siempre recuerde esta historia.

El propósito  del viaje era el negocio, pero sobre todo organizar el traslado de los niños a Italia, así que cada mes, ella le decía al viejito que un nuevo documento faltaba, que la firma de no se que, que los papeles de visa, que el permiso de salida, etc y cada mes el señor le enviaba más que suficiente para que ella fuera una mujer feliz, o que al menos no fuera el dinero un motivo de tristeza. Cuando llegó  diciembre a casi un año de haber ido "solo a traer los niños" él le puso un ultimátum, si para 6 de enero día de reyes, ella no estaba en Italia con o sin niños él desistiría y le mandó una vez más dinero suficiente para el mes y para los tickets de los tres.

Y ahí cortó su historia y me dijo "vea chanfle, la vida le pone a uno caminos que puede elegir y es como una mano,  uno esta ahí en la palma y ve por que dedo se va a ir y si uno se deja llevar elige por donde no es" y abrió su mano y señaló dos direcciones,  intuí que la historia terminaba mal.

Ese diciembre a ella le alcanzó  y le sobró  plata, entonces se compró  un taxi, (según  para los colombianos el negocio del milenio era tener taxi) y se puso en la tarea de conseguirle chofer.... pues este fulano resultó queriéndole conducir más que el carro, y ella encantada con juguete nuevo más de una década más joven que ella.

Dice que sí se trasnocho pensando en como decirle al viejito que no iba a llegar, por que no fue por el tipin, ya con un año que había pasado era obvio que ella no quería  regresar, solo buscaba una excusa  que definitivamente la anclara a su decisión.

Después del 6 de enero no hubo más comunicación  con el Italiano, lo que sí hubo fue una moto que ella le regaló a su noviecito, que como era de esperarse nunca trabajó realmente en el taxi.

Pasados unos meses, nuevamente con deudas con peleas, sin carro y sin moto, solo con el hostal ella dio a luz a su tercera hija... Hágame el favor!!!!!!!

Para acabar de completar el tétrico cuadro,  después de averiguaciones y chismes por aquí y chismes por allá, visitó un salón de belleza a pocos cuadras del hostal, donde entre risas y camaradería  la misma señorita que le hacía pedicure, le confesaba que le daba lástima  que su novio le sacaba plata a una vieja para gastárselo con ella... ya se imaginaran de quien hablaba.

Ella hecho al tipo y  regresó  la película a la misma escena que tenía antes de Italia, sola y manteniendo sus ahora 3 hijos, sin negocio porque perdió  el hostal, y con el peso de los años y 8 kilos encima.

Si se hubiera ido a Italia, tal vez las cosas no hubieran salido mejor, pero el hecho que volver a encontrarse igual que antes es muy cuestionable. Es inevitable cometer errores, pero es imperdonable cometer los mismos.

Btw.. cuando se le pasó  la pena y había transcurrido suficiente tiempo llamó al viejito....ya se había muerto.

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